Al principio del siglo XVII, Pedro Meléndez Flores y Juan González de la Torre solicitaron al Inquisición de Mexico para que podían obtener puestos como familiares del Santo Oficio. Para obtener este oficio, tenían que enseñar que si mismos y sus mujeres no tenían ascendencia judía, morisco, indio, o negro. Tras algunas cartas del Inquisición de Mexico, podemos obtener parte de la información afirmado por los testigos en las pruebas del Inquisición de la limpieza de sangre de estos pretendientes. Al parecer las pruebas originales se han perdido, pero sigo buscando y tratando de encontrar los documentos y diligencias originales.
Estas pruebas, hechos entre 1605 y 1608, hablan sobre los antepasados de Juana de Orellana y Catalina de Soto, la primera sobrina de la segunda, y la falta de limpieza cristiana que algunos antepasados de estas pretendientes aparentemente no tenían. Las primeras pruebas de Catalina de Sotolongo, alegan que Diego de Soto tuvo antepasados conversos y que tuvo un abuelo/a quemada por la inquisición toledana, y un testigo dice que se llamaba Elvira de Madrid, cuya sanbenito estaba en la parroquia de Santa Cruz en Madrid. Además dicen que Juana González, madre de Catalina de Sotolongo, era sobrina de Pedro Sánchez Cabracan, de origen converso, y también residente en la Habana.
Las segundas pruebas, de Juana de Orellana, alegan que su abuelo paterna, Isabel de Acevedo, tenía una reputación como morisca, y que cuando estaba muriendo cantó en árabe. También dicen que Isabel de Acevedo tuvo una relación con Diego de Orellana cuando estaba casada con un señor llamado Ximénez, y que solo casaron después que Ximénez murió. Los testigos alegan que Isabel, y su hermana Mayor de Acevedo, tenían una reputación como moriscas, y que su madre era una «morisca berberisca».
Árbol genealógico de las pruebas de limpieza de sangre contenido aquí |
[f.313v/316v]
Inquisición de Toledo
Por carta de 9 de agosto del año pasado de 1605, suplicamos a Vuestra Merced mandasen hacer la información de la genealogía y limpieza de doña Catalina de Soto, mujer del capitán Pedro Meléndez Flores, vecino de la Habana, y enviamos para el efecto la memoria de sus padres y abuelos y porque hasta ahora no le habemos recibidos y con la [...] no [...] partes[?] la duplicamos ahora, y suplicamos a Vuestra Merced manden se haga la dicha información, con la brevedad que hiciere lugar. Y para que el ella haya noticia de la que en este Santo Oficio tenemos resultada de un testigo examinado por el comisario que tenemos en la Habana la damos a Vuestra Merced de lo que responde a la septima pregunta que a la letra dice así:
A la septima pregunta dijo que la dicha doña Catalina de Soto y Diego de Sotolongo su padre y los dichos Andrés de Sotolongo e Isabel de Rojas sus abuelos por parte de padre y a los demás sus [f.314r/317r] ascendientes por parte de padre los ha tenido y tiene el testigo por conversos descendientes de judíos porque podrá haber cinquenta años y más oyó decir a Antonio de la Torre, regidor de la ciudad de la Habana, que es ya defunto, natural que era de Madrid que todo este linaje de Sotos, Madrides, Rojas, y Mazotes como sean de Madrid eran confesos, descendientes de judíos e que los primeros perdones[?] que ganó en su vida fue llevar una anilla[?] de sarmientos acuestas al quemadero a la puente toledano para quemar a un abuelo / o abuela del dicho Diego de Soto, e que tenían San Benito en Santa Cruz de Madrid, lo cual es público en la Habana y tener esta fama, demás de haberlo oído decir como dicho tiene y que asimísmo oyo decir al dicho Antonio de la Torre y al dicho Diego de Soto y a sus hijos que cuando vino a aquella tierra el dicho Diego de Sotolongo trajo consigo un tío suyo, hermano de su padre o madre que no se acuerda de los dos que se llamaba Juan de Madrid que murió en un hato Bainoa doce leguas de esta ciudad y que por probanzas que en esta ciudad ha hecho los hijos del dicho Diego de Soto para sus pretensiones nombran a este Juan de Madrid por tío de su padre y por de su linaje por haber la visto y que demás esto el testigo habrá veinte y ocho años poco más o menos habiendo ido a España y estando en Madrid con cuidado y de propósito fue a la Iglesia [f.314v/317v] de Santa Cruz donde hay muchos sanbenitos y llevó con sigo dos o tres hombres vecinos y naturales de Madrid que le dijeron al testigo que tenían sanbenito allí y entre todos los dichos San Benitos que estaban colgados le mostraron uno y este testigo le vio y leyó que decía Elvira de Madrid, relajada, y otras palabras que no se acuerda, y los que con el dicho testigo iban le dijeron como quel San Benito era de los abuelos del dicho Diego de Soto, y demás de esto había visto el testigo que era cosa pública y notaria en la dicha villa de Madrid por donde como dicho tiene no los tiene por [???] limpia ni de limpia sangre, porque sino es este testigo[?] los demás dicen bien [nota: «y en la que por mando de vuestra merced se hizo en Madrid de la limpieza de doña Juana de Orellana, mujer de Juan de la Torre vecino de la Habana que a esta también la recibimos dicen bien los testigos y es tía de la dicha doña Catalina»] Dios guarde a Vuestra Merced con los acrecimientos? que merecen y deseamos. [???] 29 de octubre 1608, El licenciado don Alonso de Peralta, el licenciado Gutierre Bernaldo de Quirós, por mando del Santo Oficio, Pedro de Mañozca.
Inquisición de Sevilla
Por carta de 9 de agosto del año pasado de 1605, suplicamos a Vuestra Merced mandasen hacen la información de la genealogía y limpieza (en lo que tocaba a esa Inquisición) de doña Catalina de Soto, mujer del capitán Pedro Meléndez Flores, vecino de la Habana, y enviamos para el efecto la memoria de sus padres y abuelos y porque hasta ahora no le habemos recibido y con la dilación[?] a las preguntas se les sigue [f.315r/318r] nota la duplicamos ahora y suplicamos a Vuestra Merced mandense haga la dicha información con la brevedad que hubiere lugar y que se nos envie con la misma. Y para que haya noticia de lo que un testigo ha depuesto en la novena pregunta que toca a la madre de la dicha doña Catalina de Soto en la que ha hecho el comisario que tenemos en la ciudad de la Habana se pone aquí a la letra:
A la novena pregunta dijo que la dicha Juana González a queien este testigo conoció, madre de la dicha doña Catalina de Soto ha tenido behemente sospecha que era descendiente de judíos, porque cuando este testigo vino a esta tierra, que ha cinquenta y siete años, halló en esta ciudad a Pedro Sánchez Cabracan que era vecino y casado, que era tío de la dicha Juana González y que la trajo consigo y como tal sobrina la casó con el dicho Diego de Soto y este testigo oyó decir por cosa pública en este pueblo a los antiguos que el dicho Pedro Sánchez Cabracan, tío de la suso dicha era confeso de casta de judíos y que era de Moguer o Palos en el Condado [de Niebla] y esto sabe de la dicha Juana González y que a los dichos sus padres ni ascendientes de la suso dicha no conosció no trajó noticia de ellos y porque dicen bien los testigos de la información hecha en Lucena tocante a la dicha Juana González, abuela materna de doña Juana de Orellana, mujer de Juan de la Torre, sobrina de la dicha doña Catalina de Soto, hermana de su madre doña Ana de Soto, deseamos saber si lo que dice este testigo tiene fundamiento de verdad con la rigidad [f.315v/318v] que el caso puede. Suplicamos a Vuestra Merced se haga en todo la brevedad, diligencia, que acostumbá; Dios guarde a Vuestra Merced, [???] 29 de octubre de 1608, el licenciado don Alonso de Peralta, el licenciado Gutierre Bernaldo de Quirós, por mando del Santo Oficio, Pedro de Mañozca.
[f.316r/319r]
A la Inquisición de Sevilla
En este Santo Oficio se recibieron dos cartas de Vuestra Merced de 30 de mayo y dos de junio con las informaciones de la limpiezas de fray Andrés Roger de la orden de San Francisco, Alonso de Paz, don García Dávila, y doña Mariana Manrique, su mujer, Clemente de Valdés y de doña María de Sande su mujer, doña Juana de Orellana, mujer de Juan de la Torre, vecino de la Habana, Hernán Vázquez Ciberio, Alonso Talancon, Miguel Rodríguez de Cangas, y Álvaro de la Sierra. Y Habiendo visto las que tocan a la dicha doña Juana de Orellana, mujer de Juan de la Torre, así la que vino hecha por ese Santo Oficio como la que por nuestra orden se hizo por la Inquisición de Toledo, hemos hallado tan buenas como se verá por las originales que quedaron en ese secreto, y porque hemos reparado en lo que declaran dos testigos en la información que por nuestra orden ha hecho el comisario que tenemos en la Ciudad de la Habana tocante a la limpieza de la dicha donña Juana de Orellana, respondiendo a la preguntas septima y novena, que el uno dice así:
A la septima pregunta dijo que como dicho tiene conoce a la dicha doña Juana de Orellana, y conoció a Hernando de Orellana y que la noticia que tiene de sus abuelos y bisabuelos de parte de padre es que [316v/319v] esta testigo, estando en la dicha ciudad de Santiago de Cuba, donde había oído acurar a Pedro de Paz Guzmán su primer marido, que había caído malo en la dicha ciudad, y que en el tiempo que estaba en la dicha ciudad antes que volviese al Puerto del Príncipe de esta isla donde era vecina, y había sabido estando un día en conversación con ciertas señoras de la dicha ciudad les oyó decir que en aquella parte donde estaban que era la casa de esta testigo vivieron la dicha Isabel de Acevedo y sus hijas, madre, y hermanas, del dicho Hernando de Orellana, y que en el lugar donde esta testigo tenía armada su cama que allí había muerto la abuela del dicho Hernando de Orellana, madre de su madre, Isabel de Acevedo, cantando la algarabía [en árabe] y este testigo les pregunto que [por] qué cantaba en algarabía, a lo cual les respondieron que era morisca, y re-preguntada a que personas lo oyó decir de aquellas personas dijo que a Catalina de Quesada y Ana de Quesada y María de Sotomayor que son ya difuntas y de entonces esta testigo por ser gente honrada y de crédito, aquien oyó lo suso dicho ha tenido a la dicha doña Juana y al dicho su padre Hernando de Orellana por descendientes de moriscos [f.317r/320r] y no de limpia sangre demás de que era público que siendo casada la dicha Isabel de Acevedo con un fulano Ximénez en la dicha villa de Baracoa, hubo los hijos y entre ellos al dicho Hernando de Orellana, durante el matrimonio del dicho Ximénez, los cuales decían ser hijos del dicho Diego de Orellana que vivía en Baracoa, e que aunque después de muerto el dicho Ximénez dió palabra de casamiento y se casó con el dicho Diego de Orellana, y que esto es público y notario y lo era a la dicha ciudad de Santiago de Cuba y por tal lo dice y delcara.
A la novena pregunta, dijo que la dicha doña Ana de Soto, madre de la dicha doña Juana y los dichos sus abuelos de partes de madre los ha tenido y tiene por gente honrada, de quien se ha hecho caso en esta ciudad pero juntamente con esto a oído decir que son cristianos nuevos, descendientes de judíos, e por tales los ha tenido por haberlo oídor a personas a quien se debe dar crédito. Preguntada a que personas oyó lo suso dicho e si es pública voz y fama: Dijo que a muchas personas lo ha oído tratar como cosa pública, en especial al capitán Gómez de Rojas, que por una pesadumbre que tubo con Diego de Soto, y sus deudos, fue a España a la villa de Madrid y que allá hizo información de como los de Sotolongo tenían el sanbenito en Santa Cruz de Madrid y esto que dicho tiene ha oído decir al contador Pedro de Arana [f.317v/320v] y a Diego López Durán, difunto, y a otras personas, y que asimísmo oyó decir que la dicha Juana González, mujer del dicho Diego de Soto, abuela por parte de madre de la dicha doña Juana de Orellana era sobrina de Pedro Sánchez Cabracan, descendientes de judíos que fue quien la casó con el dicho Diego de Soto, y que esto era muy público en esta ciudad y por tal lo dice y así a los dichos abuelos de la dicha doña Juana no los tiene por limpios ni de limpia sangre por la que tiene referido y esto responde.
El segundo testigo respondiendo a las mismas preguntas septima y novena, dijo que la dicha doña Juana de Orellana y el dicho Hernando de Orellana y el dicho Diego de Orellana e Isabel de Acevedo sus abuelos por parte de padre a quien este testigo conoció y tuvo noticia, y lo que de esta pregunta sabe es que como dicho tiene no supo donde los suso dichos ascendientes del dicho Diego de Orellana fueron naturales, ni tuvieron casa y domicilio, no sabe de la limpieza de su linaje más de que este testigo residiendo mucho tiempo en veces en Santiago de Cuba y en el Bayamo, oyó decir por cosa pública que la dicha Isabel de Acevedo, madre del dicho Hernando de Orellana, era hija de una morisca [f.318r/321r] que decían trajo [a] aquella tierra un fulano de Acevedo y este testigo conoció y comunicó muchas veces con Mayor de Acevedo, hermana de la dicha Isabel de Acevedo, madre del dicho Hernando de Orellana la cual era tenida por morisca, hija de morisca berberisca y que esto oyó decir a muchas personas antiguas vecinos de la ciudad de Santiago de Cuba y el Bayamo, y en la ciudad de Mexico, a de tener la dicha Mayor de Acevedo un hijo que se llama Pedro de Acevedo quebrado un ojo de que está tuerto, y por tales las suso dichas eran habidas y tenidas y comunmente reputadas y que esta es la noticia que de los suso dichos ha tenido y también este testigo oyó decir por cosa muy pública en aquel tiempo que la dicha Isabel de Acevedo casó con un fulano Ximénez, vecino de Baracoa, y que durante el matrimonio con el dicho Ximénez hubo los hijos que tuvo el dicho Diego de Orellana aunque después estando viuda la dicha Isabel de Acevedo del dicho Ximénez en una enfermedad que tuvo el dicho Diego de Orellana estando al punto de la muerte le tomaron la manos y se casó con el dicho Diego de Orellana.
A la novena pregunta dijo que la dicha doña Ana de Soto, madre de la dicha doña Juana de Orellana y los dichos Diego de Soto y Juana González sus abuelos por parte de madre de la dicha doña Juana de Orellana, dijo que sobre lo contado a esta pregunta este testigo tiene dicho su dicho a la información [f.318v/321v] que se hizoz por parte de doña Catalina de Soto, mujer del capitán Pedro Meléndez, tía de la dicha doña Juana de Orellana, hermana de la dicha doña Ana de Soto, su madre, a quien todo se refiere y tiene declaradola verdad sobre ello y si es necesario lo dice en esta pregunta de nuevo. Y porque deseamos salir de este cuidado emviamos de nuevo con esta la memoria de los padres y abuelos de la dicha doña Juana de Orellana, mujer del dicho Juan de la Torre, suplicamos a Vuestra Merced que con la brevedad que hubiese lugar manden hacer la diligencia que convenga en averiguar muy de raíz quien fue la dicha Isabel de Acevedo, mujer de Diego de Orellana y con quién pasó a la isla de Cuba y si el dicho Diego de Orellana se casó con ella en Jérez de la Frotnera o donde, o que noticia hay de ellos y de cada uno de ellos que ya lo que toca a la limpieza de Juana González en la información hecha en Lucena dicen se ha de llamar Ana González, y la tienen por cristiana vieja, de donde la memoria de la genealogía que dieron dicen era natural [nota: y la información hecha en Madrid también está bastante] y que hecha esta averiguación se nos envie luego, y a mandar muchas cosas de ese Santo Oficio de Vuestra Merced , y la parte dará orden en pagar los [319r/322r] derechos a las personas que se ocupan en ella. Dios guarde a Vuestra Merced, como puede y deseamos, [???] a 29 de noviembre 1608. El licenciado Alonso de Peralta, el licenciado Gutierre Bernaldo de Quirós, por mando del Santo Oficio, Pedro de Mañozca.